La pandemia no ha dejado solo secuelas físicas en las personas que han sufrido la enfermedad, sino también secuelas cognitivas. El deterioro cognitivo, incluidos síntomas como la pérdida de memoria o la niebla cerebral es, de hecho, uno de los problemas que más frecuentemente describen quienes padecen Covid persistente, un síndrome que prolonga los síntomas de la infección semanas o meses después de haberla sufrido y que no está asociado a la gravedad de la enfermedad. Este problema puede ser incluso mayor en pacientes que hayan necesitado estar en la UCI para recibir una terapia intensiva y un abordaje muy invasivo para sobrevivir.
Sin embargo, hay buenas noticias por los avances ante esta situación, a través de un programa centrado en la recuperación de estas áreas.
A través de una plataforma informática, utilizada ya con éxito en otros pacientes con daños cerebrales adquiridos y afectados por ictus o cirugías neurológicas, se trabaja la recuperación en las distintas áreas, desde problemas de atención hasta alteraciones en el lenguaje o niebla cerebral que se hayan visto mermadas por las huellas de la Covid.
Varios de los pacientes que forman parte del programa aseguran que los ejercicios y sesiones que realizan les están ayudando a recuperarse poco a poco.
Los médicos señalan que estos problemas no deben quedar en segundo plano. "Interfieren tanto o más en la vida diaria de los pacientes que las alteraciones en la movilidad y se puede trabajar en su recuperación. No se deben dejar de lado"