El dolor de espalda es un problema de salud que afecta a mucha gente. Se estima que un 94% de las personas sufre o sufrirá un problema de espalda a lo largo de su vida.
En general, existen dos tipos de dolor de espalda:
1. Mecánico: es el más habitual, suele acentuarse con el movimiento y se alivia con reposo. Normalmente surge por una mala posición.
2. Neuropático: este dolor se produce al comprimirse un nervio, suele empeorar por la noche.
Estos dolores los podemos dividir según la zona afectada de la columna vertebral:
· Cervical: afecta a la parte más alta de la columna vertebral. Como es la zona más movil de la misma se producen contracturas musculares como es la tortícolis. El estrés y las posturas de cuello forzadas están entre sus causas.
· Dorsal: suele producirse tras un sobreesfuerzo. Si el dolor es muy intenso hay que valorar la posibilidad de que un nervio intercostal pueda está afectado.
· Lumbar: es el más frecuente y se ubica en la zona inferior de la espalda. El más común es el lumbago. Estas molestias suelen ser debidas a una contractura muscular, un traumatismo o una lesión, pero también pueden ser consecuencia de causas degenerativas por la edad o de un estilo de vida poco saludable.
Y, ¿cómo puedes prevenir los dolores de espalda?
· Intenta incorporar en tu rutina un mínimo de ejercicio. El más recomendable para fortalecer la espalda es la natación.
· Estirar a diario incrementa nuestra elasticidad y es una buena forma de evitar dolencias musculares. El yoga y el pilates son las actividades perfectas para mejorar la flexibilidad.
Como ocurre con la mayoría de las molestias físicas, llevar una vida sana y hacer ejercicio es la forma más efectiva para prevenirlas. Cuidarse hoy es garantía de estar bien mañana.