Después de disfrutar de unas relajantes vacaciones y con la llegada del fin del verano, es normal sentirse con las energías bajas. A esto se le conoce como síndrome postvacacional, y puede solucionarse con unos ejercicios muy sencillos que harán que tu motivación vuelva a subir en un abrir y cerrar de ojos:
· Entrenar al aire libre: al retomar la rutina, pasamos de estar mucho tiempo fuera de casa a pasar horas y horas en interiores. Por eso, una buena forma de relajarnos es realizar deporte al aire libre. Ten en cuenta que, ahora que en septiembre el sol todavía es demasiado fuerte, es recomendable evitar entrenar durante las horas centrales del día. Ejercitarnos bajo la luz del sol nos recarga de vitamina D y esto mejora nuestro metabolismo, la salud de los huesos, previene estados de depresión... El aire fresco es pura vitalidad y nos ayuda a sentir libres.
· Deportes en equipo: estar de vacaciones implica tener más tiempo y por tanto una mayor vida social. Por eso, practicar deportes en equipo nos ayudará a seguir conectados con esa parte social, además de mejorar nuestra autoestima y es una buena manera de reírse y sentirse apoyado. Quedar con amigos para un partido de baloncesto, salir a correr con tu mejor amiga o apuntarse a natación con tu pareja es la mejor manera de divertirse mientras haces deporte y te relacionas.
· Turismo en tu ciudad: cuando estamos de vacaciones aprovechamos para conocer cada rincón de los lugares que visitamos. No obstante, muchas veces apenas conocemos los sitios que nos rodean en la propia ciudad en la que vivimos. Así que, mantén tu espíritu aventurero y aprovecha los fines de semana para salir a la calle y descubrir todo aquello que todavía no has visto en tu ciudad: restaurantes, museos, exposiciones, etc.